Lacar un mueble y que resulte un trabajo de calidad profesional no es algo sencillo. El lacado es un proceso que, con los cuidados pertinentes, ofrecerá a un mueble envejecido una textura más natural y con un brillo mayor.
Desde Ebanistería Alarce estamos seguros de esos resultados, y por eso os damos la opción de que contéis con nuestros servicios especialistas en lacados.
Qué características tiene que tener un mueble para poder lacarlo
El mueble debe ser preparado correctamente para lacarlo. Para ello, tienes que quitar todo lo que pueda molestar del mueble, como es el caso de las manillas o los pomos, por ejemplo. Luego, es necesario que coloques cinta de carrocero en aquellos lugares que no quieras manchar, como por ejemplo los bordes.
En caso de que el mueble tuviese algún orificio es necesario poner un relleno en la zona para que la laca quede óptima y lo más pareja posible. De esta manera, el mueble quedará preparado y solo resta chequear la lista de materiales y pasos a seguir.
PROCESO DE LACADO
La lista de materiales para lacar un mueble es corta, pero necesaria:
- Aguarrás o disolvente para pintura.
- Lija de grano.
- Rodillo de espuma.
- Cubeta para pintura.
- Imprimación para madera.
- Cinta de carrocero.
- Laca sintética o acrílica.
Una vez se tienen todos los materiales, se prepara el mueble y el espacio en el que se trabajará. Cuando se tenga todo listo, se puede colocar una capa de disolvente para pintura para que el trabajo de lijado sea mucho menos engorroso. Lijar el mueble es un paso clave, ya que así quedará más igualado.
Cuando se haya lijado todo el mueble, ha llegado el momento de dar una mano de imprimación, para así poder comenzar a preparar el mueble para el lacado posterior. Una vez seco, se debe lijar con una lija más fina para no saltar la capa previa. Luego, se puede dar la primera capa de laca (colócala en una cubeta para pintura con aguarrás).
Para aplicar la laca, se utiliza un rodillo previamente lavado con agua y jabón. Se debe hacer la aplicación de forma cuidadosa y teniendo especial atención en los detalles del mueble como los marcos y manijas. Dejar secar por ocho horas como mínimo, aunque algunos muebles pueden necesitar algunas horas más.
Se vuelve a lijar (lo mejor es hacerlo de forma circular) para emparejar y quitar los excedentes. Luego, se coloca laca para lograr un trabajo uniforme y se espera a que se seque para la última capa. Una vez terminado el lacado del mueble, se aplica un poco de cera y se pule.
Qué cuidados hay que tener
La preparación del mueble con una capa de imprimación es vital para tener una base limpia y sin rastros de polvillo.
Para mejores resultados, tu aliado es la cinta de carrocero, ya que así podrás proteger los marcos y detalles que le da su originalidad al mueble. Además, siempre ten a mano un trapo húmedo para remover cualquier resto de polvo o suciedad que caiga sobre el mueble durante el proceso.
Por último, es importante tener especial atención en los pasos que hemos mencionado y seguirlos al pie de la letra para tener un resultado excelente al final.
Que ocurre con la laca en aerosol
Si en lugar de trabajar con laca líquida se usa laca en aerosol, será más fácil dar una aplicación uniforme. Ahora bien, será necesario contar con protección apropiada para los ojos y la boca, así como también se debe contar con un espacio de trabajo bien ventilado, como ocurre en nuestro taller de ebanistería.
Se debe aplicar la laca más o menos a 10 centímetros del mueble. Sosteniéndola con el brazo completamente extendido, lejos del cuerpo, usando movimientos lentos y precisos, y después se debe verificar que toda la madera haya quedado cubierta de manera uniforme. para que el tiempo de secado permita aplicar otra capa.
Se puede repetir la aplicación de la laca hasta que la madera obtenga el brillo y color que quieres. Sin embargo, lo común es aplicar al menos 2 capas de laca.
Nuestros expertos en lacados te podrán asesorar con detalle sobre estos pequeños trucos del proceso de lacado.